Mindfulness Online en NVAG Centro de Psicología Alcobendas

PLAZAS LIBRES

Mindfulness en NVAG Centro de Psicología es una actividad de práctica meditativa mediante la cual puedes disminuir tus niveles de estrés, regular tus emociones para eliminar el sufrimiento innecesario, terminar con la rumiación mental de pensamientos repetitivos y circulares, aumentar tu autocontrol y concentración y alcanzar niveles más altos de bienestar en tu vida cotidiana.

La actividad se realizará online, para que puedas conectarte desde tu propia casa con total comodidad.

Puedes aprender a concentrar tu atención en tu propio cuerpo para conocerlo mejor y sentirlo de una manera más cercana, y de un modo semejante puedes conocer mucho mejor los mecanismos y procesos de tu propia mente, para así utilizarla con más eficacia y disfrutar de ella mucho más. Mindfulness puede ayudarte a vivir con intensidad cada instante, adquiriendo la capacidad de desapegarte sanamente respecto a las evocaciones del pasado y las expectativas sobre el futuro, de tal modo que puedas saborear con plenitud el único momento auténtico y real de tu vida: este, el momento presente.

¿Qué es y cómo funciona Mindfulness?

Mindfulness, también llamada Atención Plena, es una práctica meditativa relativamente moderna, pero que hunde sus raíces en antiguas prácticas orientales que han mostrado su validez y eficacia durante siglos y milenios. Mindfulness consiste básicamente en mantener la consciencia en el momento presente, no de una manera esforzada y tensa, sino amable pero a la vez firme.

De tal modo, la mente deja de divagar, rumiar y concebir pensamientos circulares nocivos, así como emociones negativas sin ninguna función práctica. A medida que la persona practica Mindfulness de una manera continua y diaria, aprende a provocar estados de paz y tranquilidad que le permiten analizar y decidir con más calma y con mayor capacidad estratégica sobre diferentes aspectos de su vida. A continuación se nombran algunas de las claves de la meditación Mindfulness:

Consciencia en el momento presente. Se puede poner el foco en el propio cuerpo, que normalmente nos pasa desapercibido, para sentirlo de una manera nueva y plena, para tener en cuenta la riqueza de todos sus procesos internos. También se pone el foco de atención en nuestras capacidades sensoriales (tacto, vista, oído, gusto y olfato), para redescubrir un mundo glorioso que siempre está a nuestro alcance, pero que solemos olvidar.

Podemos enfocarnos en los propios pensamientos, en los procesos mentales que ocurren en nuestro interior, instante a instante, fijarnos en ellos para entenderlos y no dejarnos arrastrar por las ideas negativas y repetitivas, y así ganar espacios de libertad sobre ellas. Una consecuencia natural es la bajada de los niveles de angustia y estrés, provocados a menudo por circuitos de pensamiento y emoción nocivos y nada funcionales.

Aceptación de nuestro carácter, nuestros pensamientos y emociones. Vivimos una época en la cual se buscan el placer y la felicidad a toda costa, a veces de manera obsesiva, lo cual puede llevarnos a reprimir pensamientos y emociones que no nos gustan. Y eso, paradójicamente, puede darles más poder a la larga. Mindfulness no busca rehuir la tormenta, sino permanecer sereno en ella.

Se trata de aceptar pensamientos o emociones negativas, no de una manera morbosa, sino tomando el papel de observador: aprender a contemplarlos desde la distancia, a fijar nuestra atención plena en ellas. Esto suele disolver tales pensamientos negativos; en cualquier caso, les quita la carga emocional negativa, tornándolos livianos y dejando que se disipen poco a poco, de una manera como no conseguirá ninguna represión voluntaria.

Durante la práctica de Mindfulness la persona puede aceptarse a sí misma, lo bueno y malo que tiene; aprende a observar su propio carácter, su mente y sus emociones de una manera compasiva, sin reprenderse ni criticarse, y de tal modo va distanciándose cada vez más del sufrimiento, el estrés, la angustia o la ira.

Aplicación en los distintos ámbitos de la vida cotidiana: en solitario, con personas, en el entorno laboral, en el estudio, en el deporte, en lugares tranquilos, o llenos de ruido y distracción. Sobre todo al principio, las prácticas han de hacerse en un entorno silencioso para que la persona pueda aprender una base sólida de consciencia y atención plena en sus pensamientos, emociones y sensaciones. Pero a medida que avanza el entrenamiento estas técnicas pueden ser usadas caminando, trabajando, ejercitándose físicamente, en el ajetreo cotidiano. Se busca conseguir más calma y ecuanimidad en cualquier ámbito, para no dejarse arrastrar por lo sucedido en el día a día. Además, la práctica de Mindfulness aumentará la concentración aplicada a diferentes tareas, obteniéndose más eficacia y productividad.

Curiosidad y maravilla ante el mundo que nos rodea. La mayoría de las personas viven dormidas y anestesiadas, en un estado de aburrimiento e incluso de hastío. Hay una búsqueda casi permanente de sensaciones nuevas e intensas que nos hagan sentirnos «vivos»; se nos trata de vender que debemos consumir sin freno y buscar todo tipo de entretenimientos para ser felices; queremos obtener más y ganar más a toda costa; comemos demasiado y demasiado mal, tomamos alcohol y otras drogas y maltratamos nuestro organismo y nuestro sistema nervioso.

La meditación nos enseña que todos estos estímulos externos son muy torpes (además de peligrosos), porque la realidad es ya de por sí fascinante; solo hace falta abrir la mente. Saltamos de relación en relación y de amante en amante, siempre insatisfechos, y buscamos la felicidad en un futuro dorado que nunca llega. Las prácticas meditativas, y entre ellas Mindfulness, nos anclan al presente. Nos hacen comprender que no necesitamos nada más que el ahora. Pueden mostrar la gracia y la gloria de un mundo maravilloso siempre a nuestro alcance, y gratuito. Un paseo por un parque, escuchar música, una simple conversación o sentir la respiración de nuestro cuerpo, pueden convertirse en toda una experiencia. Practicar Mindfulness nos muestra que no existe el aburrimiento, pues la vida siempre es interesante cuando tomamos plena consciencia de ella.

¿Cómo puede ayudarme la meditación Mindfulness? ¿Qué beneficios tiene Mindfulness?

La práctica continuada de Mindfulness aporta los siguientes beneficios:

Eliminación de la rumiación mental, la repetición circular de pensamientos inútiles que producen enojo, miedo, confusión y sufrimiento.
Bajada de los niveles de preocupación, angustia y estrés.
– Un estado general más positivo en cuanto a nuestra situación personal.
– Sensación de mayor libertad respecto a las circunstancias y las personas que nos rodean, ya que mentalmente nos sentimos más serenos y fuertes.
Menos miedo e intranquilidad hacia el futuro.
– Mayor capacidad reflexiva y ecuanimidad en cuanto a nuestros juicios y creencias, permitiéndonos reevaluarlas con creciente madurez.
Mejor gestión de emociones negativas como la ira, la rabia, la tristeza o el miedo; al acostumbrarnos a observarlas con ecuanimidad podemos entender mejor su origen y su desarrollo, y entonces pierden su poder para arrastrarnos y hacernos perder el control.
Desdramatización de los problemas para estudiarlos de manera serena y estratégica.
Mayor empatía y compasión hacia quienes nos rodean, incluidos aquellos con los que no congeniamos; mayor tolerancia hacia sus ideas y formas de vivir y estar.
Menos autocrítica punitiva en cuanto a nosotros mismos y mayor capacidad para amarnos y aceptarnos. Mejora en la relación personal con uno mismo.
– Mayor capacidad de saborear con plenitud las sensaciones físicas, incluso las más nimias. Redescubrimiento del sentido de maravilla ante un mundo rico y hermoso.
– Plena consciencia sobre nuestro cuerpo y sus procesos.
– Aumento de la concentración en las tareas intelectuales o físicas.
– Plena consciencia y observación de nuestros propios procesos mentales. Autoconocimiento de nuestra propia mente, de cómo funciona y de sus diferentes estados.
– Mayor capacidad para recuperarse de las frustraciones y los fracasos y contratiempos; podremos aceptarlos en su justa medida con ecuanimidad y aprender de ellos.
– Control y erradicación de hábitos negativos.
– Una sensación creciente de lucidez y claridad mentales, de paz y serenidad, de madurez y autocontrol, en todos los ámbitos de nuestra vida.
– Mayor capacidad de introspección en cuanto a uno mismo, sus razones, su forma de ser, lo que le mueve a vivir como vive.
Menor dependencia enfermiza de los otros. Menos necesidad de compañía en todo momento. Descubrimiento o redescubrimiento de la belleza y el disfrute de la soledad, del encuentro con uno mismo.

¿Cómo es la actividad mindfulness online en NVAG Centro de Psicología?

Mindfulness en NVAG Centro de Psicología consiste en una sesión de una hora a la semana, en el siguiente horario: jueves, de 11:00 a 12:00 horas. Cada jueves se llevarán a cabo una o más prácticas de meditación guiadas, enfocadas sobre todo en el cultivo de la serenidad y la atención plena, de los pensamientos y emociones, o bien de los procesos corporales y sus sensaciones físicas. Las prácticas meditativas ocuparán al menos un ochenta por ciento del tiempo de la sesión y el resto se destinará al feedback de los asistentes, a resolver sus dudas y a explicar distintos aspectos de Mindfulness.

Se enseñarán técnicas de meditación Mindfulness y se propondrán ejercicios semanales que los asistentes pueden realizar ellos mismos a diario, porque la práctica continua es fundamental si se quieren obtener buenos frutos.

En cada sesión habrá meditaciones básicas de serenidad y plena atención, necesarias para construir buenos cimientos en la práctica personal, y también habrá meditaciones nuevas, una cada día, que incidirán en aspectos más frescos y particulares: sensaciones corporales, meditaciones caminando o exploración de emociones positivas y negativas, entre otras.

Los asistentes a la sesión online deberán concertar cita antes de cada sesión. Se pide un comportamiento de tranquilidad y de cordialidad respecto a los compañeros. Es recomendable conectarse con cinco minutos de antelación

Está prohibido asistir a la sesión online bajo los efectos del alcohol u otras drogas. Esta circunstancia puede ser motivo de expulsión del grupo.

Precio:  160€/ mes

Máximo de 12 asistentes.

El pago ser realizará con anterioridad de la primera sesión del mes.

Preguntas frecuentes sobre Mindfulness

¿La práctica de Mindfulness me va a convertir en alguien frío o desapasionado al que no le importa nada? ¿Me va a convertir en alguien «raro»?

No. Muy al contrario, Mindfulness te permitirá vivir con mayor serenidad y dicha, apreciando y saboreando cada momento. Puedes seguir disfrutando de tus gustos y pasiones y al mismo tiempo ganar libertad mental sobre aquello que te pueda trastornar.

No tienes por qué abandonar tus principios ni creencias básicas; si tienes tu propia causa seguirás en ella si lo crees necesario, pero con más serenidad y ecuanimidad, sin perder el control de ti mismo ni dramatizar excesivamente. No te vas a convertir en alguien raro o exótico; para practicar Mindfulness no hace falta viajar a un templo del Tíbet. Puedes seguir en tu mundo cotidiano, estar en él e influir en él, con mayor consciencia y serenidad, con la mente mucho más abierta.

¿Es necesario practicar de continuo?

Sí. Puedo enseñarte las técnicas y la forma de mantener la consciencia en el presente, pero para obtener beneficios reales se requiere practicar a diario. Se requiere de un trabajo y de un compromiso para obtener esos frutos. No obstante, cuanto más se practica más placer se siente y más evidentes son esos beneficios, así que menos cuesta seguir.

Con el tiempo, se puede practicar no solo en un lugar tranquilo, sino caminando, paseando, comiendo, leyendo, trabajando o haciendo deporte, de tal modo que poco a poco la práctica se vuelve cercana y carente de esfuerzo. Consiste en mantener momentos de atención plena en el presente y eso se puede hacer en casi cualquier situación cotidiana.

¿Me va a cambiar la mente o la forma de ver la realidad? ¿No es eso peligroso?

Mindfulness no puede cambiar tu mente, pero sí puede abrirla. Mejor dicho, va a aprovechar potencialidades que estaban ya ahí, pero que permanecían dormidas. No te transformarás en un robot ni en un santón. Puede que le des menos importancia a cosas que antes te obsesionaban o que te intereses por otras que antes no valorabas, pero en la esencia seguirás siendo el mismo, y en una versión cada vez mejor.

¿Puedo dejar de sufrir por completo si practico Mindfulness?

La frustración, el sufrimiento y el pesar son inherentes a la condición humana. No se puede (y no se debe intentar) estar feliz veinticuatro horas al día, como bajo los efectos de una droga. Tarde o temprano, habrá cosas que nos desagraden y que detestemos, algo o alguien que nos intranquilice, dificultades, desafíos y problemas. También tendremos miedos e intranquilidad, porque la vida es cambiante y nosotros debemos amoldarnos y adaptarnos. También podemos sentirnos tristes y desanimados. Mindfulness no es una píldora milagrosa que te libere para siempre de todo eso (ningún tipo de meditación lo conseguirá). No vas a estar en comunión con el universo a cada instante y sin duda habrá una «sana» ración de zozobra y desagrado en tu vida.

Pero Mindfulness (como cualquier buena práctica meditativa) te permitirá ver cada momento malo con más serenidad y ecuanimidad, te ayudará para que no te arrastren y te hundan todas esas emociones negativas, te ayudará a superar los instantes oscuros con más facilidad que antes, a mantenerte a flote, y a encontrarle un necesario sentido a todo ello. Tu propio sentido. Es una poderosa herramienta no para ser inmune a todo sufrimiento, sino para superarlo con más rapidez y facilidad.

¿Me volveré un ser espiritual si practico Mindfulness?

No te vas a convertir en un asceta alejado de todo y de todos. No tendrás que colgarte campanillas ni flores, ni vestir túnicas de color azafrán ni oler a incienso y mirra. Puedes practicar mindfulness y vestir como un motero o un ejecutivo. Puedes ser una persona meditativa mientras amasas millones o vives de un modo humilde.

Mindfulness no es en sí misma una religión ni ningún tipo de ideología. No tienes por qué abandonar o cambiar tu propia religión o tus propias creencias si practicas Mindfulness (de hecho, si eres una persona con fe puedes experimentarla aún mejor, con mayor consciencia). Puedes vivir de un modo meditativo viajando por todo el mundo con una mochila en la espalda o trabajando en una oficina, día tras día.

Lo importante es que puedes aprender a vivir cada instante con plenitud, encontrando tu propio camino de vida, sintiéndolo en el presente, disfrutándolo. Eso quizás te pueda convertir en alguien más espiritual, sí; pero también tendrás los pies bien plantados en el suelo, en tu mundo.

¿Me volveré un tipo solitario si practico Mindfulness?

Te volverás más independiente y autosuficiente respecto a las personas que te rodean. Ganarás libertad sobre ellas y disfrutarás de su compañía sin necesitarlas de manera obsesiva e insana. Sobre todo, puedes aprender a disfrutar la compañía de la única persona que nunca se alejará de ti: tú mismo. Puedes aprender a disfrutar de esa maravillosa amiga: la soledad, que tan injusta fama tiene. Y a la vez, puedes disfrutar aún más de tus relaciones con otras personas, precisamente por no depender tanto de ellas.

¿Es difícil practicar Mindfulness? ¿Se requieren posturas físicas extrañas y dolorosas, o mucha flexibilidad en las articulaciones?

No. La postura Mindfulness básica es estar cómodamente sentado en una confortable silla con respaldo. A diferencia de otros tipos de meditación, no hay posturas rígidas y se busca desde el principio la comodidad. Cada persona puede moverse y realizar todos los ajustes corporales necesarios para estar cómoda durante la práctica. No se requieren esfuerzos ni ningún tipo determinado de ropa para llevar a cabo la práctica.

¿Hay personas que no pueden practicar Mindfulness?

Prácticamente todo el mundo puede hacerlo, pero si tienes o crees que tienes algún tipo de trastorno disociativo de la personalidad, o bien tienes o crees que tienes delirios de cualquier tipo, sería conveniente que hablaras conmigo primero sobre ello, para saber si esta práctica es conveniente para ti.

¿Es Mindfulness una moda pasajera consumista o una especie de «timo» para incrédulos, como he leído algunos medios de comunicación?

Mindfulness no es realmente algo nuevo por completo, ni fabricado en un laboratorio o una oficina de marketing. Consiste en la adaptación de prácticas meditativas antiguas, para que puedan ser aprovechadas por las personas de nuestra cultura occidental moderna; para que les resulten más cercanas e inmediatas. Al margen de su carácter más o menos moderno, Mindfulness hunde sus raíces en un conocimiento ancestral meditativo que ha sobrevivido a lo largo de la historia, y que aún sobrevive y sigue vigente en todo el mundo, por razones simples y poderosas: proporciona más calidad de vida, más serenidad, más autoconocimiento y más altos niveles de autorrealización y dicha a sus practicantes.

Algunas de las técnicas que se enseñan en Mindfulness, como la plena atención en la respiración, la observación de los pensamientos y las emociones, la apertura sensorial al mundo que nos rodea o el anclaje en el momento presente, también aparecen en otras prácticas meditativas de probada solidez, como la meditación zen.

Vivimos una época paradójica: la mayoría no conocemos el hambre o el peligro de muerte real, tenemos comida abundante en el refrigerador y hemos de esforzarnos para no engordar; no carecemos de techo bajo el que cobijarnos y ni siquiera imaginamos que algún día nos falten estas comodidades; tenemos acceso a un flujo de información y entretenimiento casi ilimitado, y unos grados de libertad personal casi nunca vistos en la historia.

Y a pesar todo, podemos sentirnos vacíos de sentido y significado, solos y perdidos, inmersos en el estrés, la ansiedad y la confusión. Mindfulness no es una guía espiritual ni un manual para creer en esto o en aquello; pero ofrece la oportunidad de serenarse y vivir el momento presente, de descubrir la paz, para explorarnos a nosotros mismos y a nuestras circunstancias, con ecuanimidad y sin dejarnos llevar por las mareas y tormentas. No es necesario tampoco cambiar radicalmente nuestros hábitos y formas de ser y estar en esta sociedad, para no depender de ella de un modo enfermizo y por tanto disfrutar de mayores grados de libertad mental y emocional.

Horario y precios

Todos los jueves, de 11:00 a 12:00 horas. Es necesario reservar con antelación.

Precio: 160 €/mes

Máximo: 12 asistentes.

El pago será realizado con anterioridad a la primera sesión del mes.

Si deseas asistir a la actividad de Mindfulness online en NVAG Centro de Psicología, o bien hacerme cualquier pregunta al respecto, puedes escribirme en el formulario de contacto o llamarme al teléfono 91 279 06 63. Estaré encantada de atenderte y de resolver todas tus dudas.